Hoy, por motivos académicos pedí permiso en el trabajo, así que tuve un día libre para hacer lo que me ayude a completar la documentación y luego aprovechar en recreación para esperar el fin de semana. Entonces es presumible que la primera parte del día estuve frente a una cámara fotográfica (hubiera pagado por estar detrás de una mas bien pero bueno... ya será para otro día), Luego estuve esperando por comprar los documentos para presentar en la secretaría de la universidad. Eso ocurrió durante la mañana y no tuvo mayores sobresaltos que el hecho de encontrarme por unos momentos con G, conversar un ratico (estilo Juanes) y darnos un beso pequeño de despedida con muchas historias por contarnos y poco tiempo para hacerlo, supuse que pronto encontraríamos un momento para comentarnos nuestras anécdotas. En fin, luego a seguir haciendo trámites y corrigiendo algunos otros trámites. Todo continuó con aparente normalidad. Al parecer.
Bueno, revisando en las noticias noté algo particular, un lazo en la yoría de los periódicos la mayoría de aquellos lazos era blanco, inferí que se trataba de alguna búsqueda de paz. En efecto lo era. El Día Internacional Contra la Violencia Hacia las Mujeres, y lo escribo con mayúsculas como para no olvidar. Es muy interesante el hecho de que se publique y se promocione este hecho, dado que muchas estadísticas avalan la situación que tienen los países respecto al índice de mortalidad de mujeres víctimas de la violencia. Me parece que las medidas de promoción de la salud (psicosocial) son tomadas y aprovechadas por la publicidad para poder entregar una mejor información respecto a cómo proceder se es víctima o espectador.
Recuerdo que en consulta, en muchas ocasiones, las implicancias del denunciar se hacían mucho más ilusorias por el esquema mental aprendido durante las pocas oportunidades de enterarse del tema. Y esto por las increpancias, incluso, de la familia de origen. La impotencia de poder salir de aquel circulo vicioso tralucía en sus miradas, pero no era suficiente. Tendría que ocurrir una oportunidad de poder asegurar lo que consideraban valioso para sí. Algunas por desinformación de control de natalidad o por su sumisión a la pareja tenían tres o cuatro pequeños a quienes entregaba sus cariños y afectos a razón de especial cuidado pues el amor que tuvo alguna vez por su pareja se había convertido en una costumbre de sentirse mal por haberle reclama su irresponsabilidad como padre y luego haber recibido golpes que la hacían sentir peor, tal vez cuestionarse porqué cambió tanto o porqué no lo conoció bien antes de dejarse llevar porlas emociones y de pronto empezar una familia. Sus hijos por otro lado sienten esa impotencia proyectada en los golpes del padre y de la madre y suelen configurar personalidades que tienen pocas espectativas de futuro y que dedican su tiempo a trabajos que le permitan vivir el momento. Así no sólo se mantiene el ciclo de violencia sino también el legado transgeneracional de ésta.
En una conversación con algunos compañeros de trabajo discutíamos sobre cómo legir una pareja. Por ahi se escuchó "y si no me toca alguien adecuado". Fue una suposición bastante esperable más no tan apreciable según mis cogniciones. Consentí en aconsejarle que antes de empezar una relación lo recomendable es que se pueda conocer a la persona, aunque suene descabellado (para algunos) significaría "enamorarte de tu amiga(o)". En efecto la(lo) conoces tan bien que sabes cómo podría reaccionar. Me parece que tal vez esa actitud sería un salvaguarda para futuros disgustos. Así que este día es un día libre, pues se busca la libertad de la violencia doméstica, en primer lugar y luego su réplica en otros estratos sociales, y para esto se necesita un cambio en el esquema cognitivo de muchos y muchas interactuantes en nuestra sociedad. Aloha.
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