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27.1.10

Regreso a Corleone (segunda parte)


Aquel cuadro colgaba de la pared, colgaba terso, triste, sincero, con muchas quejas en sus trazos. Su observador sosegado, con una taza con mate de valeriana en su mano y su mirada acuciosa rebuscando cuanto detalle sea posible encontrar en aquel cuadro triste y sincero, recordaba el motivo y el momento cuando lo pintó. Recordaba inclusive el día de su creación, naturalmente no era el artista pues buscaba detalles, pero lo conocía personalmente. Y fue por esa razón que conocía el momento de su creación, aún más las emociones que experimentaba el artista, que era su hermano.


El fogón de la casa se mantenía encendido en cuanto esfuerzo hacía, y el gato de la casa dormía acurrucado en un círculo sobre la alfombra con diseño persa. La iluminación era blanca y lozana dado que la luna brillaba tal y como en el cuadro. El tocadisco aún funcional, dejaba sonar un vals de aquella época y la taza con valeriana se terminaba poco a poco mientras su dueño recordaba y meditaba. Pensó en su hermano y sintió a su corazón estrujarse con un tirón. Se puso en pie para respirar y caminar. El gato abrió los ojos y volteó las orejas hacia atrás. El hombre sonrió y lo miró como diciendo "sabes lo que está pasando ¿verdad?".

Apagó el tocadisco y guardo el disco en su cubierta, subió las escaleras y llegó a su dormitorio que estaba con la puerta a medio abrir y se podía observar el brillo de la luna escapando de la habitación. Se acercó a una mesa que sostenía una lámpara con dragones grabados. Se sentó abrió el cajón de la pequeña mesa y sacó un lápiz y un borrador, al extremo de la mesa se encontraban papeles lo cuales usó para escribir una carta a su hermano que se encontraba de viaje de regreso a Corleone.

Fabrizio, te escribo esta misiva recordando aquel lienzo que me regalaste cuando saliste de Corleone. Lo traje conmigo a Sicilia cuando me perseguía Fillipo Pascali  por haberle defraudado por cosas que ya te comenté. Sé de tu regreso a casa y también de que nuestro padre cumple su centenario , sin embargo no podré llegar sino hasta otoño debido a un retraso en la producción en la fábrica en la que estoy trabajando. Espero encontrarnos muy pronto con todos los nuestros, por lo pronto envío muchos saludos a toda la familia. Dile a Teresa que deseo mucho  conocer a mi nuevo sobrino. Y también saludos a la pequeña Adriana Consigliere, tu amiga de hace mucho de seguro tendrán mucho que conversar.

Tu hermano que te aprecia.
Domenico Cantacosi

Guardó en sus corazón aquellas frases, repasándolas una y otra vez en su mente, corrigiéndolas para que queden cada vez mejor. Abrió cuidadosamente el sobre y planificó enviarla al día siguiente dado que camino a la fábrica se encontraba el correo de Sicilia. Luego durmió.

26.1.10

Aroma a pasado


Hace pocos días visité un lugar muy agradable donde se sentía en el aire aroma a pasado, a vivencias bohemias del recuerdo, era un lugar donde se podía hablar temas de hace unos años (tal vez décadas) atrás y sentirse actualizado. Me hubiera gustado interactuar con los habitantes de aquel lugar sino que el tiempo y las circunstancias fueron un obstáculo etéreo pero dificil de quebrar. Entonces recordé...

Recordé algunas canciones de aquel tiempo en el que el bolero estaba de moda y las películas se realizaban en blanco y negro, aquel tiempo cuando las comunicaciones y por ende las noticias viajaban más lento. Aquel tiempo en el que se escribía a mano cartas largas y se esperaban con ansias la llegada de aquellas misivas. Aquel tiempo en el que se buscaba la depuración del habla y la etiqueta social no era relegada a talleres de colegio en verano sino se enseñaba desde casa y se mantenía mientras el niño crecía y se sociabilizaba buscando de él un ser participe y activo en la sociedad. Aquel tiempo en el que se corregía con ira en muchas oportunidades, con impetú, con impotencia de perder un miembro de la sociedad, claro que tuvo sus desventajas y ventajas como cada época que se desarrolla en el planeta.

El recuerdo de aquella época, me invitó a pensar en las personas que se quedaron congeladas en el recuerdo de ese entonces. Personas que no tienen idea de la tecnología actual sino sólo como referencia que lo usan los "chicos de ahora", la "juventud", aquella generación que se denominó como "mosaico" o "y" por sus cualidades eclécticas a diferencia de sus antecesoras. Personas que aprendieron y disfrutaron de vivir con la lectura de libros y la conversación en grupos de amigos sin necesidad de estar en conexión con una computadora y/o celular inteligente. Personas que gustan de trabajos prácticos que no se limiten sólo a estar sentado frente a una pantalla o a colocarse audífonos en el oído y escuchar su voz interior y la música favorita.
Opino que cada generación tiene lo suyo y de eso se aprende sobre la sociedad y la búsqueda de su ideal ético y por ende moral (aunque parezca últimamente que alejamos de aquella utopía).

Creo que puede ser un buen momento para interesarnos en la historia, no sólo de nuestro país, no sólo de nuestra patría. no sólo de nuestra familia, sino de la humanidad y cómo podemos ayudar a su desarrollo, aquello no sólo nos dará identidad (aquella que perdemos a cada rato) sino también amor por lo nuestro, por lo que pasó y lo que podemos hacer para alcanzar los objetivos que persiguió el mundo desde que se preguntó ¿a dónde vamos?

Les dejo con algunas canciones que me gustaron mientras recordaba aquella época, claro que hay  más pero estas suelen mostrar aquella nostalgia que penetraba sus historias de amor. Espero lo disfruten. ;)

.zach.

Dos Gardenias - Daniel Santos


Estrellita del Sur - Leo Marini

24.1.10

Momentos


Hay momentos en el arte de vivir en los cuales uno tiene que pensar en el pasado y tomar decisiones hacia el futuro. Este no es uno de esos.

Hay momentos en el arte de vivir en los cuales tienes que pensar rápido decidir cuanto antes y esto puede que afecte el futuro. Este no es uno de esos.

Hay momentos en el arte de vivir cuando tienes que expresar lo que sientes de una forma abstracta. Este no es uno de esos.

Hay momentos en el arte vivir cuando no puedes soportar al mundo y sólo necesitas tiempo para tí. Este no es uno de esos.

Hay momentos en el arte vivir cuando quieres pasarlos con tus amistades, personas afines quienes aprecias y sabes que están dispuestos a compartir tanto como tú con ellos. Este podría ser uno de esos.

Hay momentos en el arte de vivir cuando no sabes que hacer pues las circunstancias se adelantaron a tu capacidad de reacción y de repente todo ocurrió. Este, por obvias razones, no es uno de estos.

Hay momentos en el arte de vivir cuando quieres hacer todo y no sabes por dónde empezar. Qué más escribir.

Hay momentos en el arte de vivir cuando quieres estar con alguien y no lo estás. Eso se llama extrañar y ocurre muy a menudo cuando sabes que no puedes estar cerca. Este si que es uno de esos.

Hay momentos en el arte de vivir cuando todo debe seguir un patrón, un protocolo y tiene que ser así por las reglas sociales, que en teoría, nos ayudan a vivir mejor. Este... (ya sabes que sigue).

Hay momentos en el arte de vivir cuando tienes que hacer lo que tienes que hacer y si no lo haces pierdes la oportunidad que dará el giro a tu vida hacia el ideal que soñaste. Esos momentos son constantes y algunos no se repiten, estate atento y recordarás que un momento es una oportunidad, y una oportunidad te da a elegir lo que debes y no debes hacer, algunas veces es afín a lo que queremos, otras no. Haz lo que tienes que hacer ahora, no esperes más.

In God I Trust... and you?

.zach.

Luz al final del riel


Regresaba de una diligencia hacia mi casa que se encuentra pasando por unas rieles del tren que pocas veces se le toma importancia a no ser por el sonido de su ocupante un monstruo rojo de pies redondos y con una cara muy extraña, además pareciera que estuviese articulado. En fin, yo regresaba al tiempo que escuchaba que se acercaba aquel tren, podía imaginar que no era lo suficiente lejos ni tampoco cerca, era una distancia no identificable debido a que el sonido era aturdidor, sostuve que podría pasar sin precauciones pues la luz en el horizonte aún se veía lejana y era lo único que me hacía pensar en que podría ganar en velocidad a aquel vehículo.


Mi cálculo fue en vano, me acerqué a las rieles mientras esquivaba algunos puestos del mercado que se sitúa a lado de las rieles en una pista llamada "provisional" que ya lleva más años de los que llevo en este lugar. Cada vez que esquivo aquellos puestos el panorama se va a aclarando y observa aquella luz muy cerca más cerca de lo que creía, y empiezo a correr para cruzar antes y no tener que esperar. Del otro lado de las rieles se encuentra la Carretera Central que inicia en Lima y continúa hacia Junin y termina en no sé dónde más. Bueno entonces tenía que cruzar las rieles a una velocidad razonable como para detenerme entre las rieles y la pista y analizar en unos cuantos segundos el cuadro que se presente en aquella pista de cuatro carriles dos de ida y dos de vuelta y decidir entre cruzar y no cruzar. Era simple y necesario pensar rápido una vez que haya cruzado las rieles. Entonces comenzó la carrera.





Mis piernas hicieron su mayor esfuerzo para completar aquella carrera, en cada momento, en cada paso que daba escuchaba el pítido ensordecedor del tren y la luz acercándose a una velocidad que no imaginé que el tren llegaría a tomar. Estando en la mitad de las rieles sentí un golpe muy fuerte en mi lado derecho que quebró mis huesos y sentí que era elevado por los aires para caer al lado del riel unos metros más lejos, y luego un sonido agudísimo que retumbaba en mi cráneo, el dolor era insoportable y lo último que pude sentir fue el olor a tierra en la parte alta de mi nariz. Recordé mi niñez viendo el tren pasar y saludándole deseando un buen viaje a sus ocupantes y recibiendo el saludo de los señores con cascos naranjas desde la cabina. Luego todo se puso negro y morí.


A la mañana siguiente todo Ñaña se despertó como un domingo cualquiera, el sol inundaba de luz los dormitorios de las casas en el pueblo, mi dormitorio no fue la excepción y las cortinas se encontraban entreabiertas. Nadie supo que había muerto, nadie supuso lo que pudo haber ocurrido, sólo yo. Gracias a Dios que no ocurrió pues sólo fue un desliz de mi imaginación cuando estaba por cruzar las rieles. Como dijo alguien: Más vale perder un minuto en la vida que la vida en un minuto.

19.1.10

Mim☺

Otra de las artes que me gusta observar es el teatro, en especial el mimo. Y por supuesto puedo recordar aquellos momentos, cuando había tiempo, en los que iba a ver aquellas presentaciones de mimos nacionales. Recuerdo que hubo una oportunidad que la Escuela Experimental de Mimos de la Escuela Nacional de Arte Dramático realizaron (y realizan) un encuentro internacional de varios expositores de este arte. Quedé sin palabras (para variar), debido a lo depurado de su estilo y aquella capacidad de proyectar emociones, actitudes, ideas, y queramos o no palabras de gran valor, mejor dicho mensajes que supera cualquier barrera lingüística y nos recuerda que tenemos muchas herramientas, aparte de nuestras frases tan comunes (las cuales utilizamos diariamente en muchas oportunidades), para comunicar lo que sentimos de una manera más prolija y amplia.


Me interesé entonces por conocer el origen y las razones de porqué un hombre se viste con colores básicos y gesticula y hace mímicas contándonos una historia que bien podría hablar... sin embargo, comprendí que hay actividades que captan la atención de las personas y ver a alguien haciendo lo imposible queriendo comunicar algo sin mencionar una sola palabra es una buena opción. Etienne Decroux, considerado el padre del mimo, empezó a estudiar y practicar (sobretodo lo último) cómo comunicar y contar nuestro mensaje por medio de nuestra expresión corporal y facial también más tarde uno de sus discípulos, Marcel Marceau adaptando sus técnicas hizo presentaciones muy famosas que permitieron hacer mucho más popular este nuevo tipo de expresión artística. Luego fueron aprendiendo más y más personas, en aquel interés humano por la expresión de lo más profundo de nuestro ser, aquel mensaje que queremos decirlo pero no tenemos las palabras para decirlo. Fue entonces un desarrollo del arte global, como todo arte un lenguaje sin fronteras. 


Creo que el tener en cuenta que comunicamos no verbalmente debe tanto o más importante que lo que decimos pues es un idioma identificable a nivel mundial. Suerte en el intento...Hace poco encontré un video muy interesante donde Marcel Marceau representa a un fabricante de máscaras... disfrutenlo.



César Chirinos, un exponente nacional representando una realidad peruana, aunque la pantomima fue creada mucho tiempo atrás, creo que no pasa de moda... con ustedes "La combi"

17.1.10

Esquemas por corregir

Hoy al observar la vida en convivencia, el complejo rol que los seres humanos se proponen cumplir siempre y cuando un objetivo de sus vidas sea suplido con él, observé aquella relaciones negativas que sin querer (inconscientemente) los padres trasmiten a sus hijos en el trajín de la crianza. Estaba en el lugar de siempre pensando y pensando como si fuera posible tener silencio. En el horizonte de mi acortada visión vi una familia, caminar en el parque paseando, me imagino que el menor no tenía más de 5 o 4 años estaba en su carrito nuevo y los padres con un matrimonio en sus inicios sonreía a toda persona que conocían y les sonreía.


El sol y el viento hacían de esta familia creer y pensar que las cámaras fotográficas faltaban para inmortalizar su alegría, o por lo menor hacerla durar. Sin embargo, de esto no estoy para ahondar sino de lo que pasó después cuando el niño en estallo de su felicidad por haber controlado su vehículo se distrae y por poco se estrella con un poste de alumbrado del parque. Los padres al ver aquel casi-golpe se estremecieron y la reacción inmediata, a mi parecer fue paradójica, un grito no se dejó esperar y la corrección con golpes les cambió el ambiente de familia feliz a una familia tal vez ansiosa, tal vez quebrada, tal vez con conflictos no resueltos (por resolver, primero hay que tener la necesidad de resolverlos por eso el énfasis). El golpe, que en una suerte física no se logró dar el pequeño al casi estrellar su auto de juguete, lo obtuvo por medio de sus padres que en su impotencia de no lograr proteger a su hijo y con la emoción en sus venas le producen un condicionamiento con el "tener cuidado" o con el "acaso no te das cuenta" o con el "qué te pasa" y con esto (corrijanme  si me equivoco) la inseguridad de hacer la cosas bien, pues sólo recibe la información de lo que no debe hacer y el vacio en reemplazo de lo que en realidad debería hacer, y es que nos hemos acostumbrado como "personas grandes" a pensar inferencialmente, naturalmente un niño tiene que aprender a pensar cómo adulto para poder convivir con ese tipo de padres y más tarde a quemar etapas evolutivas sólo por la exigencia del ambiente y su adaptación apresurada y el desarrollo de conductas precoces que los padres explican con "así me tocó, que voy a hacer" o "ya no sé que hacer con este niño, no sé que te enseñan en la escuela". Me gustaría conocer cuántas familias sufren de lo mismo, y cuántas están dispuestas a cambiar sus esquemas.


Evidentemente en nuestra multicultural sociedad podemos encontrar familias que buscan ayuda, otras que guardan a costa de sus vidas los secretos del quebrantamiento de su ideal. Estamos todos involucrados en el desarrollo integral por la niñez de nuestro pueblo en la actualidad, según dicen "los niños son el futuro de nuestro mundo", me gustaría agregar "y el reflejo de nuestro presente". Espero poder algún día ver una sociedad como la que soñamos tener y con la cual aún podemos trabajar. Bendiciones.

13.1.10

De la luna y lunares

Una vez más observando la luna... preguntándome sobre la relación que le otorgan con las mareas y el misticismo que la envuelve como desencadenante de males, bienes y fenómenos de la naturaleza. Recuerdo observándola desde el mar, desde la sierra , desde el río, desde un edificio, desde una calle de juegos infantiles, por la ventana del carro, por la ventana de mi cuarto ahora, extiendo la mano y leo un poema que Jaime Sabines, poeta mejicano, escribió...


La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas. 

Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo: 
sirve para encontrar a quien se ama, 
y para alejar a los médicos y las clínicas. 
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido, 
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir


Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver. 
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna 
para cuando te ahogues, 
y dale la llave de la luna 
a los presos y a los desencantados. 
Para los condenados a muerte 
y para los condenados a vida 

no hay mejor estimulante que la luna 
en dosis precisas y controladas

Esbozo una sonrisa, otra vez, y sueño despierto.

En su cuarto menguante, teniendo en su penumbra al fin un poco de privacidad lágrimas de la luna alegre caen hacia la tierra y reposan en las pieles de sus habitantes, a esas lágrimas yo las llamo lunares.


.zach.

Onírico


Silencio. Como si fuera posible pensar.


El pasillo se distanciaba mientras más lo veía, las luces se mantenían prendidas pero no alumbraban lo suficiente, intenté recordar que día era éste, pero no podía. Las sillas a lo largo del pasillo se mantenían vacías y todo cambiaba de forma incluyendo las puertas y las paredes algunas veces alto, algunas veces alargándose. La iluminación ayudaba al ambiente a sentirse más agobiante y hasta presionaba mis sienes. Mis manos sostenían mi cabeza y todo daba vueltas.


Las paredes blancas, aún en movimiento me mostraron una sombra al final del pasillo y en la acústica natural del recinto resonaban los pasos de la persona que se acercaba, reconocí el ritmo pero no me acordaba aún de quien se trataba, era algo familiar. Las puertas se mantenían cerradas y no pretendían abrirse pues se notaba que no se habían abierto durante mucho tiempo y los cerrojos mostraban su oxidación, intentaba fijarme en un detalle para no sentir más esa sensación incómoda de vértigo y delirio. Los pasos y la sombra crecían y jugaban con el vaivén del ambiente. Y se dibujo la silueta de aquella persona a contraluz. Las luces parpadearon y me debilitaba a cada segundo más.


Me tocó del brazo, estando debilitado con fiebre alta y con los ojos caídos, las voces en mi cabeza se callaron y el sonido del viento empezó a correr atravesando los bordes de las ventanas, escuché una voz suave y sensible de lo que me ocurría, sin embargo no podía escuchar muy claramente qué me estaba diciendo. Sostuvo mi brazo sobre su hombro y me llevó rengueando a la vuelta del pasillo. Salimos del recinto, estaba lloviendo, pensé que la lluvia me curaría pero no era posible siendo realistas, sin embargo lo intenté. Caí en el pasto mojado sentía que me hincaba en el rostro y que la lluvia enfriaba mi espalda. La sombra me cogió de nuevo del brazo y me ayudó a ponerme en pie.


El camino a la sala de recuperación se alargaba en cada paso que dábamos. Sonreí por lo irónico de la situación. Era de noche y el sol ya pensaba en salir. La puerta de nuestro destino se abrió observé una luz blanca que me permitía observar algunos detalles verde claro en el recinto y me esforcé en cuanto pude a llegar. La persona que me sostenía me animaba a continuar y finalmente sentí que perdía las fuerzas para llegar a aquel lugar. Caí al suelo y cerré los ojos.


Sentía que me movía pero estaba echado, escuché el sonido de las llantas pequeñas de una camilla que avanzaba por el suelo del hospital, intenté abrir los ojos y observé el techo verde claro del lugar. Miré a mi lado y comprendí que ya estaba a salvo y aquella persona que me ayudó corría junto con el personal médico por el pasillo de emergencia llevando la camilla que me sostenía. Cerré los ojos una vez más.


Alarma. Desperté. El sol alumbraba mi rostro y eran las 6 de la mañana, estaba en mi dormitorio. Me aliste para ir a trabajar. 


.z.

10.1.10

Una tarde en el museo


La entrada se sentía libre, a pesar de la puerta alta cerrada, podía observar a través de la ventana algunas esculturas que me llamaban a observarlas mas de cerca dado que mi vista ya no me ayuda mucho. Aquel era un edificio que había contemplado de lejos cada vez que pasaba por ahí, sabía que era una donación de la colonia de Italia en Perú por el centenario de su independencia, si mal no me equivoco. Concluí que no me equivocaba por la inscripción en la entrada del particular edificio en el ahora llamado "Parque de los Museos" terminando (o empezando, depende de dónde vayas o vengas) la vía Expresa Grau en (mi) Lima renovándose.


En fin, este viernes último me propuse ir a visitar y conocer no sólo el porqué estaba allí aquella construcción sino sobre la cultura italiana que se me mostraba esquiva hasta aquel momento. Llegue como suelo llegar siempre a los lugares de reflexión, por voluntad y por casualidad. De repente me vi en la combi que me llevaba al centro de Lima y por ende me llevaría al "parque de los museos" y al Museo de Arte Italiano... el tiempo pasaba volando pues a cada instante la distancia era menor XD... pero llegué.


Camine un tanto para estar en el pórtico de la pequeña construcción y me convencí que debía entrar sin pensarlo más. Cada paso que daba me convencía que no era un pequeño edificio  sino que al estar en medio de otros de mayor magnitud se veía pequeño pero, en efecto, no lo era la puerta era muy alta y tenía algunos detalles en forma de triangulo como bordes, un señor abrió la puerta que se deslizó suave por el piso sin hacer ruido alguno y entré al recinto y unas personas antes. Le pregunté al señor en quien me pareció observar algunos rasgos italianos (creo que era el hecho de creer que el ambiente debía ser enteramente italiano una vez adentro) si se tenía que pagar para la entrada al las salas de exposición, mientras tanto iba observando a mi alrededor unas pinturas grandes que cubrían las paredes a los lados, la primera trataba de un grupo de italianas en las riveras de un río lavándose los pies, esta pintura vista de lejos denotaba algo de costumbrismo de las zonas rurales de Italia y pensé que se trataba de Corleone (una de las pocas ciudades que pienso aún mantienen su tradición): la otra pintura mostraba un ambiente triste y opaco, en primer plano se observaba una loma y un grupo de personas al rededor de una cubierta de rojo que llevaba una cruz, esta parte era muy pequeña a comparación del espacio utilizado en la obra y lo que más resaltaba era otro grupo de personas más adelante que miraban al cielo y sus rostros mostraban suma tristeza, la escena era evidente. Al lado de la primera pintura pude reconocer algunas esculturas de mármol, una era de Machiavelo y otra de un representante también de la cultura italiana que mi falta de información no permitió reconocer a carta cabal. También estaba otra escultura de una señorita cogiendo una rana, la explicación de referencia que obtuve esta obra me agrado porque se refería al uso del espacio en aquella representación. 


Al acabar aquel recorrido de las artes en el primer recinto el señor con rasgos italianos según mi percepción parcializada completó con el proceso de pago y obtuve el permiso para continuar con mi paseo por las salas que venían y que contenían obras muy interesantes y valiosas en el sentido de estricto de expresión y uso de materiales, Títulos como La prueba, Señorita X, Caza, Bacanal, Encuentro de Dante y Beatriz, como también, El rostro de Cristo, Madre, Ocaso sobre el mar, Ocaso sobre la laguna,  las representaciones de la plaza de San Marcos por dos artistas, según entendí, contemporáneos, El abismo, Domenico Morelli, Leonardo da Vinci (reprensentado en un busto) tanto como los nombres de los autores de las obras que con una memoria como la mía no me ayudó a aprenderlos a tiempo de poder aprehender lo que querían mostrar. Creo que la mejor forma de poder comprender el porqué aquel museo se mantiene es por el contenido que expone para la alimentación de las actitudes hacia el aprecio por el arte y el desarrollo del alma. Les invito a experimentar y contemplar por ustedes mismos las proyecciones artísticas y no sólo ver por ver, sino también estudiar y analizar el contexto y los móviles que influyeron en cada artista para plasmar y crear esas obras. 

5.1.10

Infantilismo

Me rindo a las emociones y el nudo en mi garganta se retuerce, es idéntico a aquella sensación que cuando era niño y no conseguía el premio esperado sentía. Después de todo somos (soy) los mismos con una cubierta de cordura que regula las interacciones convencionales. Tal vez considere este momento como una confrontación conmigo en la lucha por el control de mis impulsos y mis ideas irracionales, por querer algo con todas mis fuerzas y olvidarme que esto no sólo depende de mi.

Tal vez cuando empiece a considerar que ya no sólo puedo pensar por mi, sino que tengo que pensar por nosotros, que lo que uno desea, con deseo infantil no puede y no debería interferir con la construcción de un vínculo duradero. Y es como todo se comprende como enteramente posible y únicamente comprobable con la experiencia.

Puedo observar desde esta banca el ambiente aún navideño del parque de Chaclacayo, las luces insuficientes en su brillo me impiden leer y calcular el trazo de lo que escribo, los sonidos se hacen más intensos y me regalan una idea de lo que será mi futuro cuando la vista se me oscurezca. Recuerdo cuando escribí sobre una fotografía en sepia y me imagino en un futuro escribiendo muchas cosas más tanto como hoy desde esta misma banca. Poco a poco ese deseo truncado alimentado por ideas sobrecogedoras y aún así difícil de asimilar se va difuminando en cada respiración y al frente cada sonido del pasar de los carros se lleva consigo un momento de ansiedad.

Empiezo a imaginar algún momento en el que no pueda sentir esto, me emociona sentir algo nuevo pero también me incomoda, entonces la razón me dice que es el proceso de adaptación y me percato que tal vez esto dure un poco más de lo pensado. Ayer y otros días antes mencionaste sobre la confianza entre nosotros como una virtud muy valiosa , hoy comprendo su utilidad y tal vez me atreva a intentar poniendo más de mi parte. Pienso y quiero que funcione pero a la vez no me atrevo a poner todo en juego (tal vez esa sea la razón por la cual no hablo mucho), dejemos eso atrás de una vez.

Respiro profundamente y puedo percibir olores de niñez, aquellos que se percibían cuando jugaba, corría, caminaba, saltaba y reía. Tal vez sea momento de empezar a intentar un plan que dejé en el pasado, te comentaré en cuanto nos veamos. Contaré las horas. Te quiero.

zach.

Proceso de cambio... acep tand olar eali dad

Encontré una parodia de la redecisión en el último capitulo de Pataclaún, una muestra de que el arte nos demuestra mucho más realidad de nuestra vida en lo absurdo... disfrútenlo.










4.1.10

Playa

Las nubes cubrían una vez más el sol pero el paisaje se notaba diferente con el mar en frente. Las olas mostraban su rumbo e invitaban a entrar más y más en el mar, regalando centímetros de vida a cada paso. La arena se desnudaba en el pasar de las olas y otra vez se permitía cubrir, en tanto, las rocas a los lados se mostraban firmes y raídas por la sal del mar. Mis pies se hundieron en la suave arena remojada de la orilla y en cuanto llegó la ola pequeña desdibujó las huellas, luego sentí que el correr del agua me tiraba de la planta de los pies y me invitaba a avanzar... disfruté ese momento único y agradable. Respiré profundamente la brisa del mar e imaginé que no había mejor lugar para pensar un primero de enero que aquel lugar donde me encontraba, la orilla del mar peruano.


Sentía una armonía entre cada elemento presente, el sol, las nubes, el mar, la arena, las rocas. Observé detenidamente la arena y cada una de sus partículas... imaginé entonces el tiempo representado en un reloj de arena y comprendí que cada segundo es único y particular con un matiz, forma y función... hay segundos para dormir, para despertar, para abrazar, para estar solos.


Observe luego el mar y me acerqué lo más que me atreví, sospechando que aún tenía el control de mi fuerza para poder regresar si algo no sucediera como lo planeado, veía las olas formarse y luego romper a unos metros de donde las que no rompían me balanceaban y las burbujas explotaban diminutas ellas escuchándose un susurro que era nuevamente interrumpido por la formación y caída de otra ola. Se retiró el mar y comprendí que me llamaba más y más, sin embargo la cordura me hizo recapacitar y observe la formación de una ola más grande y de cómo rompió potente y fluida... aprendí entonces que el mar es como las emociones, sabes lo que vas a ver pero nunca cómo lo vas a ver, te sobrecoge, te llama, busca que seas presa de sus tempestades que van y vienen, pero siempre es más fuerte que tu siempre y cuando estés a merced de su movimiento.


Me percaté entonces del cielo, el sol y las nubes. Comprendí que por más que no estaba soleando "irascible" el astro, de todas formas iba a quemar mi espalda o por lo menos mis hombros tanto por el calor como por la sal del mar... relacioné entonces que el sol es como la razón, otorgándole realidad a las cosas por más impedimentos a su brillantez que exista siempre cumplirá su propósito de dibujar sobre lo abstracto una dote de realidad.


zach.