¿Cómo diablos terminamos así? ¿Porqué no fuímos capaces de ver las señales que ignoramos y cambiar la situación?
Me gustaría que aflojaras tus puños y desempaques tu maleta, ultimamente ha habido muchod e esto pero creo que todavía no es muy tarde.
Nada está mal, siempre y cuando sepas que algún día yo...
Algún día, de algún modo, vamos hacerlo bien pero no ahora, sé que te preguntas ¿cuándo? (Sólo tú lo sabes)
Someday - Nickelback
Someday - Nickelback
Hoy pasó algo raro me dijo, no té la seriedad en sus labios y comprendí que no era tiempo para bromear.Me empezó a contar sobre lo que había sucedido la noche anterior cerca a la casa de una de sus amigas. Me causó extrañeza que ocurriera tan pronto, sin previo aviso. Bueno, creo que es así como tiene que ser ¿verdad? La muerte nunca avisa, al menos eso se cree. Entonces, empecé a imaginar.
***
"Nos conocimos hace tres años, él siempre me quizo y yo también. Creo que yo siempre quice que nuestra relación funcionara, pero el no ponía tanto de su parte como yo. Ya han pasado muchos días que no me llama, que no quiere si quiera salir conmigo para conversar. Comprendo que no le gustara cómo lo traté la última vez, pero ya le pedí disculpas.Y aún asi no quiere hablarme. Es un estúpido, un insensible, por qué me tuve que enamorar de él." Repetía frases como esta en su pensamiento, constantemente cuando se encontraba en su cuarto la mayoría de veces, tal vez en el salón mientras la profesora trataba sobre semiótica, o a lo mejor sobre la calidad de vida en los pacientes en UCI. Sería difícil para ella prestar atención o tan sólo concentrarse para leer un libro. Su relación habría tenido un tiempo prolongado en que ellos compartían actividades e intentaban no separarse, incluso se amalgamaron sus emociones. A veces sentían que debían reír al mismo tiempo o estar en el mismo lugar sólo por el hecho de estar juntos y a pesar de su comodidad.
"Solían vernos juntos, siempre de la mano. Eso me llenaba de alegría. Pero tuvo que decirme esa frase maldita ¿Porqué tuvo que sucederme esto a mí?¿Porqué él tuvo que terminar conmigo?¿Acaso no se da cuenta que me hace sufrir? Quisiera que todo esto se acabara de una vez, que venga me diga que se quiere ir conmigo lejos, lejos donde nadie nos encuentre y podamos vivir como siempre soñamos, juntos sin restricciones, sin problemas, sin ninguna persona mayor que nos diga que es lo que tenemos que hacer o dejar de hacer." Sus ideas poco a poco se fueron convirtiendo en más radicales, mucho más difíciles de racionalizar. Las absoluteces invadieron su razón y decidió tener dos opciones en medio de todo el universo de culpas, incertidumbres y sospechas. Él por su parte sólo pensaba que las cosas estarían mejor por un tiempo, por aquel espacio de libertad que logró conseguir cuando terminaron, tal vez influido por lógicas juveniles, tal vez por que simplemente lo quiso así. Ella por su parte estuvo sufriendo a gritos en un lugar donde el ruído opacaba sus estridencias. Vestía de colores extraños, poco usuales para una mujer de su edad, tan joven. Lo que se puede esperar de chicas en esa edad es que tengan la picardía en sus ojos, ella incluso habpia perdido el bríllo y sólo buscaba una forma de que alguien se diera cuenta que estaba sufriendo. Aún así. Si alguien le hubiera preguntado ¿Estás bien? Ella hubiera respondido con una media sonrisa que si. Pero no sería suficiente para calmar su dolor.
"Tal vez no quiere estar conmigo porque soy muy insistente. Pero qué puedo hacer, el me gusta mucho y siento que quiero estar con él todo el tiempo. Antes lo pasábamos bien, qué habrá pasado con quién habrá conversado. Lo llamaré"
-¿Aló?
-¡Hola! Te sorprendí ¿verdad?
-Hola... ¡Qué tal!
-Bien, pensando en tí... ¡Ay! no debí decir eso. Perdón
- Je, je... Oye, voy a entrar a clases. Luego te llamo ¿ya?
-No te preocupes, sólo basta con haber escuchado tu voz. Ciudate. Te quiero ¿Tú me quieres?
-Claro, como amigo. Ya me voy. Chau.
- Ya, chau.
Apretó aquel botón rojo y sintió que el universo se caía. "como amigo" se revolvía en su cabeza como ropa en una lavadora. Una y otra vez, sin cesar. ¿Sería tiempo de confrontarlo?¿De llamar de alguna forma su atención?¿Habrían otros motivos en sus pensamientos para planear lo que sucedería? No se sabe, tal vez ni ella misma lo supo.
"Tengo que buscarlo, me arreglaré. Estaré bonita para él. Y esta, esta si que es la última oportunidad. Hay muchas cosas que he dejado por él. Primero mi familia, luego algunos cursos, incluso mis amigas y él siempre hablándome de su carrea y de lo bien que podría acompañarle en el ejercicio de su profesión. Pero no, no es suficiente. Me tendrá que querer como soy." Se armó de valor y se arregló lo mejor que pudo. Poco a poco durante toda la tarde y gran parte de la noche planificó todo con detalles. Escribió en su diario, todo y cuanto deseaba hacer. Escribió las alternativas que podrían sugerir un cambio en sus planes, no eran muchas. Sólo dos. Al finalizar, cerca a la media noche escribió suavemente, al pie de la página rosada de su diario la palabra "RyD =)".
Sus ojos se despertaron con primer brillo del sol que se colaba por el espacio pequeño entre las cortinas, a través desu ventana. Era domingo, el día indicado. Se despertó como si el peso de la noche anterior se hubiera caído en algún lugar de su dormitorio y no había necesidad de recogerlo. Se bañó y vistió con detalle y cuidado, verificando que todo esté tal y como había sido planeado. Decidió salir finalmente de su cuarto después de tres días de soledad y nostalgia, este no tenía porqué ser un día igual, todo por fín iba a terminar. Salió a su restaurante preferido y pidió su jugo de frutas favorito, también un sándwich de pollo, sólo con mayonesa. Caminó contando sus pasos, midiendo el tiempo, disrutando de la vida hacia la convención donde se encontraba él, sintiéndo el aire soplar sobre su rostro. Llegó y lo vio caminando con un grupo de colegas. Se acercó sigilosamente y lo sorprendió. Él no supo que decir o hacer. Se quedó paralizado. El plan estaba saliendo a la perfección. Casi a la perfección.
Le dijo que mejor sería conversar a solas y él accedió. Se alejaron un poco de la multitud que venía elegante a la convención...
- ¿Por qué viniste?
- Quería darte una sorpresa.
- Si, pero... sabes cómo hemos quedado...
- Ya, no te enojes conmigo sólo por querer hacerte sentir bien
- Hacerme sentir bien... pudiste haberme llamado y quedábamos para conversar
- Oye, si nunca me contestas el teléfono qué querías que hiciera
- Pero... además no tengo porqué darte explicaciones. Todo se acabó.
- No, todavía nada se acaba. Sabes, yo quería que las cosas vayan mejor, pero tu y todas las cosas que me dijiste me aburrían, pero igual yo intenté mejorar nuestra relación y, sabes que, está es la última vez que te voy a molestar. No me volverás a ver, pero siempre vas a saber que voy a estar contigo. Nunca te podrás librar de mi. No me importa que hayas pasado cosas tristes antes, yo quise que tu cambiarás pero tus siempre con tus alucinaciones, tus locuras. Ya... no me volverás a ver.
- Oye, tranquilízate. No tienes porqué ponerte tan histérica.
- Chau...
- Nos vemos mas tarde.
Le dio un golpe en el pecho y el se quedó nuevamente paralizado. La distancia se fue haciendo cada vez más larga para llegar a casa. Se topaba con personas, todas vestidas elegantemente oscuro. El día empezó a caer en una neblina con forma, con peso, que caía entero sobre un vacío localizado en su estómago y no lo llenaba, sino que empezaba a rebalsar en sus ojos. Era imposible liberarse de esa sensación. Algunas personas le saludaban y le preguntaban si estaba bien. Ella sólo escuchaba sonidos sordos a lo lejos. Llegó casi a gatas a su dormitorio. Abrió su diario y vió aquellas letras tímidas que decían "RyD =)" Luego dió la vuelta a la página y encontró la estrategia, la segunda opción, escrita en letras delgadas como si no quisiera que exista o como si fuera el último recurso, en efecto lo era. Empezó a leer las palabras lentamente pues las lágrimas se interponían en el curso de la lectura. Poco a poco fue preparando la pócima que le llenaría el vacío localizado en su estómago. Sintió cómo iba ingresando el líquido frío por sus venas. Todo estaba terminando. Quizás esperaba que con su reacción implacable él regresaría, tal vez la recataría de los efectos del líquido. Tal vez si era cierto que todo había acabado en su relación, ella por fin terminaría entendiendo que él ya no la quería más. Al cabo de pocos minutos su cuerpo lucía inerte al lado de su cama, perdiendo su color de vida, ella repasaba en su memoria frases y las contestaba según sus creencias.
Todo ha acabado. - Esto recién empieza para tí.
Escuchen alumnas, esto es ético, no lo hagan por juego. - Lo siento, profesora, no puedo soportarlo.
Hija, cómo te va con ese chico. - Todo bien papá, todo sigue igual.
No me volverás a ver, pero siempre vas a saber que voy a estar contigo. - Si, siempre lo sabrás.
Al cabo de media hora, el vacío se había convertido en dolor y la lógica había perdido su sentido. Él no llegaría hasta la tarde en la encontraría, fría, pálida y con los ojos rojos. Todo había acabado.
"Solían vernos juntos, siempre de la mano. Eso me llenaba de alegría. Pero tuvo que decirme esa frase maldita ¿Porqué tuvo que sucederme esto a mí?¿Porqué él tuvo que terminar conmigo?¿Acaso no se da cuenta que me hace sufrir? Quisiera que todo esto se acabara de una vez, que venga me diga que se quiere ir conmigo lejos, lejos donde nadie nos encuentre y podamos vivir como siempre soñamos, juntos sin restricciones, sin problemas, sin ninguna persona mayor que nos diga que es lo que tenemos que hacer o dejar de hacer." Sus ideas poco a poco se fueron convirtiendo en más radicales, mucho más difíciles de racionalizar. Las absoluteces invadieron su razón y decidió tener dos opciones en medio de todo el universo de culpas, incertidumbres y sospechas. Él por su parte sólo pensaba que las cosas estarían mejor por un tiempo, por aquel espacio de libertad que logró conseguir cuando terminaron, tal vez influido por lógicas juveniles, tal vez por que simplemente lo quiso así. Ella por su parte estuvo sufriendo a gritos en un lugar donde el ruído opacaba sus estridencias. Vestía de colores extraños, poco usuales para una mujer de su edad, tan joven. Lo que se puede esperar de chicas en esa edad es que tengan la picardía en sus ojos, ella incluso habpia perdido el bríllo y sólo buscaba una forma de que alguien se diera cuenta que estaba sufriendo. Aún así. Si alguien le hubiera preguntado ¿Estás bien? Ella hubiera respondido con una media sonrisa que si. Pero no sería suficiente para calmar su dolor.
"Tal vez no quiere estar conmigo porque soy muy insistente. Pero qué puedo hacer, el me gusta mucho y siento que quiero estar con él todo el tiempo. Antes lo pasábamos bien, qué habrá pasado con quién habrá conversado. Lo llamaré"
-¿Aló?
-¡Hola! Te sorprendí ¿verdad?
-Hola... ¡Qué tal!
-Bien, pensando en tí... ¡Ay! no debí decir eso. Perdón
- Je, je... Oye, voy a entrar a clases. Luego te llamo ¿ya?
-No te preocupes, sólo basta con haber escuchado tu voz. Ciudate. Te quiero ¿Tú me quieres?
-Claro, como amigo. Ya me voy. Chau.
- Ya, chau.
Apretó aquel botón rojo y sintió que el universo se caía. "como amigo" se revolvía en su cabeza como ropa en una lavadora. Una y otra vez, sin cesar. ¿Sería tiempo de confrontarlo?¿De llamar de alguna forma su atención?¿Habrían otros motivos en sus pensamientos para planear lo que sucedería? No se sabe, tal vez ni ella misma lo supo.
"Tengo que buscarlo, me arreglaré. Estaré bonita para él. Y esta, esta si que es la última oportunidad. Hay muchas cosas que he dejado por él. Primero mi familia, luego algunos cursos, incluso mis amigas y él siempre hablándome de su carrea y de lo bien que podría acompañarle en el ejercicio de su profesión. Pero no, no es suficiente. Me tendrá que querer como soy." Se armó de valor y se arregló lo mejor que pudo. Poco a poco durante toda la tarde y gran parte de la noche planificó todo con detalles. Escribió en su diario, todo y cuanto deseaba hacer. Escribió las alternativas que podrían sugerir un cambio en sus planes, no eran muchas. Sólo dos. Al finalizar, cerca a la media noche escribió suavemente, al pie de la página rosada de su diario la palabra "RyD =)".
Sus ojos se despertaron con primer brillo del sol que se colaba por el espacio pequeño entre las cortinas, a través desu ventana. Era domingo, el día indicado. Se despertó como si el peso de la noche anterior se hubiera caído en algún lugar de su dormitorio y no había necesidad de recogerlo. Se bañó y vistió con detalle y cuidado, verificando que todo esté tal y como había sido planeado. Decidió salir finalmente de su cuarto después de tres días de soledad y nostalgia, este no tenía porqué ser un día igual, todo por fín iba a terminar. Salió a su restaurante preferido y pidió su jugo de frutas favorito, también un sándwich de pollo, sólo con mayonesa. Caminó contando sus pasos, midiendo el tiempo, disrutando de la vida hacia la convención donde se encontraba él, sintiéndo el aire soplar sobre su rostro. Llegó y lo vio caminando con un grupo de colegas. Se acercó sigilosamente y lo sorprendió. Él no supo que decir o hacer. Se quedó paralizado. El plan estaba saliendo a la perfección. Casi a la perfección.
Le dijo que mejor sería conversar a solas y él accedió. Se alejaron un poco de la multitud que venía elegante a la convención...
- ¿Por qué viniste?
- Quería darte una sorpresa.
- Si, pero... sabes cómo hemos quedado...
- Ya, no te enojes conmigo sólo por querer hacerte sentir bien
- Hacerme sentir bien... pudiste haberme llamado y quedábamos para conversar
- Oye, si nunca me contestas el teléfono qué querías que hiciera
- Pero... además no tengo porqué darte explicaciones. Todo se acabó.
- No, todavía nada se acaba. Sabes, yo quería que las cosas vayan mejor, pero tu y todas las cosas que me dijiste me aburrían, pero igual yo intenté mejorar nuestra relación y, sabes que, está es la última vez que te voy a molestar. No me volverás a ver, pero siempre vas a saber que voy a estar contigo. Nunca te podrás librar de mi. No me importa que hayas pasado cosas tristes antes, yo quise que tu cambiarás pero tus siempre con tus alucinaciones, tus locuras. Ya... no me volverás a ver.
- Oye, tranquilízate. No tienes porqué ponerte tan histérica.
- Chau...
- Nos vemos mas tarde.
Le dio un golpe en el pecho y el se quedó nuevamente paralizado. La distancia se fue haciendo cada vez más larga para llegar a casa. Se topaba con personas, todas vestidas elegantemente oscuro. El día empezó a caer en una neblina con forma, con peso, que caía entero sobre un vacío localizado en su estómago y no lo llenaba, sino que empezaba a rebalsar en sus ojos. Era imposible liberarse de esa sensación. Algunas personas le saludaban y le preguntaban si estaba bien. Ella sólo escuchaba sonidos sordos a lo lejos. Llegó casi a gatas a su dormitorio. Abrió su diario y vió aquellas letras tímidas que decían "RyD =)" Luego dió la vuelta a la página y encontró la estrategia, la segunda opción, escrita en letras delgadas como si no quisiera que exista o como si fuera el último recurso, en efecto lo era. Empezó a leer las palabras lentamente pues las lágrimas se interponían en el curso de la lectura. Poco a poco fue preparando la pócima que le llenaría el vacío localizado en su estómago. Sintió cómo iba ingresando el líquido frío por sus venas. Todo estaba terminando. Quizás esperaba que con su reacción implacable él regresaría, tal vez la recataría de los efectos del líquido. Tal vez si era cierto que todo había acabado en su relación, ella por fin terminaría entendiendo que él ya no la quería más. Al cabo de pocos minutos su cuerpo lucía inerte al lado de su cama, perdiendo su color de vida, ella repasaba en su memoria frases y las contestaba según sus creencias.
Todo ha acabado. - Esto recién empieza para tí.
Escuchen alumnas, esto es ético, no lo hagan por juego. - Lo siento, profesora, no puedo soportarlo.
Hija, cómo te va con ese chico. - Todo bien papá, todo sigue igual.
No me volverás a ver, pero siempre vas a saber que voy a estar contigo. - Si, siempre lo sabrás.
Al cabo de media hora, el vacío se había convertido en dolor y la lógica había perdido su sentido. Él no llegaría hasta la tarde en la encontraría, fría, pálida y con los ojos rojos. Todo había acabado.
***
Me miró y me preguntó que me pasaba. Yo le dije, no nada, sólo algo que estaba imaginando. Intenté conversar de otro tema, aún así aprendí algo que luego buscando en algún texto encontré reflejado.La vida es breve; el arte, largo; la ocasión, fugaz; la experiencia, engañosa; el juicio, difícil.
Hipócrates, Aforismos, I, 1
No hay comentarios.:
Publicar un comentario