Páginas

18.11.10

Después de cinco años

Recuerdo todavía el primer día, cuando con miradas tímidas memorizábamos los rostros de nuestros compañeros y sus nombres. Cada cual tenía un monólogo interior que relacionaba con sus experiencias pasadas y que las vinculaba con aquellas nuevas personas con las que compartiría tiempo, conocimientos y un aula de clase. Ya han pasado cinco años y parece que tenemos la misma esencia de antes, aunque con unas arrugas más o un peinado diferente, seguimos siendos los mismos y a la vez somos otros.

Fue en la universidad cuando conocí a mis amigos que dentro de unas semanas nos graduaremos y compartiremos momentos esperados desde hace mucho más de cinco años atrás. Recuerdo cuando compartimos el aula con otras promociones y con algunos que se quedaron en el camino pero que siguen avanzando, eso es muy importante. Algunos otros, se fueron y no supimos más de ellos, otros todavía mantienen contacto y la amistad se hace más fuerte en la distante comunicación. Es impresionante darse cuenta que han pasado cinco años. Tiempo en que cambiamos, en que aprendimos, en que soñamos y reímos. Fue en los últimos años en que conocí a G, y en un concierto me enamoré de ella, incluso escribí sobre aquello (XD). Fue en los primeros años en que progresivamente íbamos describiendo a nuestros compañeros como intentando saber de quiénes se trataba y nos conocimos más en las salidas de estudios y en las actividades deportivas o tal vez en alguna circunstancia triste o en algunas vivencias personales. Todo cuando vivímos nos enseñó que la vida nos regaló una oportunidad de conocer a personas con afinidades parecidas vocacionalmente, pero dispares en intereses y en objetivos incluso. Aprendimos a tolerar, a pedir perdón, a perdonar y a sonreír con bromas, quejas y chistes que hacían la vida académica más llevadera y nos alentaban a continuar en la lucha por un título profesional, aún falta un esfuerzo más pero la meta ya se ve más cerca cada vez.


Alguna vez tuvimos que reunirnos para estudiar, para hacer resúmenes de libros o para jugar o celebrar que terminamos el ciclo, algunos que aprobaron y otros por compañía o para olvidarse del profesor. En algún momento nos peleamos y en otros olvidamos los malentendidos, tal vez en una broma que hacía recordar buenos momentos del pasado, o alguna intención buena incondicional. Aprendimos que no estamos solos en lo académico y que podíamos pedir prestado unos apuntes para estudiar o a lo mejor un repaso de todo el curso para no jalar el examen final. Fuimos a pasear por Lima, Cañete, Lurín, Huancayo, Satipo, Jicamarca, Chosica, Santa Eulalia y muchos otros lugares más. 


Todas esas experiencias nos hicieron más fuertes, nos ayudaron a poner en práctica lo que estábamos aprendiendo en paralelo en las aulas de clase, tal vez con algún estrago en medio de la clase con algún profesor, tal vez con sueño pues las clases eran de tarde o en algún ataque de ansiedad por el examen teórico de Neuropsicología o Psicopatología. Puedo concluir que durante estos cinco años he cambiado y junto conmigo, mis compañeros. Ahora somos casi psicólogos, casi bachilleres. He dejado algunos prejuicios y he podido comprender que seguimos siendo los mismos de hace tiempo con algunas habilidades interpersonales mejoradas, tal vez con conocimientos ahora mucho más abiertos a los que pensábamos, Ahora estamos un poco más preparados para enfrentar el futuro y ayudar a personas que precisan de nuestro apoyo. Gracias amigos.

No hay comentarios.: