Páginas

1.3.10

Ruidos

El golpe de un martillo sobre la pared, el grito de un niño que acaba de caer al piso, un plato al romperse, los cláxones de los carros mientras hay tráfico, el grito de los vendedores ambulantes, el golpe de uno de ellos sobre el vidrio de su caja de tecnopor con una moneda, el motor de aquellos carros construidos de a pocos, y de los que funcionan en el límite de su potencia, incluido los gritos de cada cobrador llamando a los transeúntes a subir a los vehículos en los que ellos trabajan, las conversaciones de los transeúntes, el volumen de la música alto como para "disfrutar" y pervertir más el oído.

Nuestra ciudad se carcome a cada segundo que pasa y poco o nada importa a los que vivimos en ellas, hablar de ruido no sólo incumbe a lo auditivo, también está lo distorsionado. Me agrada más los segundo, pues nos da la impresión de una dificultad para obtener alguna información con la claridad deseada. Esto ocurre en muchas oportunidades cuando nos proponemos comunicar algo y empezamos a conjugar palabras y luego frases. El pensamiento y las habilidades que lo acompañan, como herramientas al servicio del bienestar psíquico, están dispuestos a manejar información por montones y en cuestión de segundo otorgar resultados favorables para la supervivencia humana en el caso que se aprenda su uso adecuado. El ruido en la información recae al momento en el que deseamos verbalizar aquellas conclusiones a las que llegamos en nuestro pensamiento y que (ocurre a menudo) no podemos comunicarlas al mismo nivel de comprensión en el que solemos entender cuando conversamos con nosotros mismos.

Como se pensó alguna vez siempre habrá ruido lo importante es disipar la mayor cantidad de este para que se trasmita la información con la mejor claridad posible. Regresando al ambiente descrito al principio puedo, o al menos intento, entender porqué es que el paisaje aparte de estruendoso, se convierte en un lugar sombrío y descuidado, abundante en estrés y deslucido en color. Tal vez así se podría convertir alguna vez nuestro hablar cuando permitamos que el ruido anuble los conceptos en nuestro pensamiento y sólo aprendamos a verbalizar lo que queda o lo que se puede ver o entender. Espero que tengamos la oportunidad de despertar y liberarnos de aquel ruido.

No hay comentarios.: