-¿Y si me hecho ácido muriático en la piel? ¿Qué pasaría?
-Es un ácido y por lo tanto tu piel se quemaría y te ardería muchísimo
-¿Cómo sabes?¿Lo has intentado? - (Me quede sin palabras razonables y sólo atiné a decir, creyéndome intelectual)
- por su composición química, se conocen las consecuencias.
Aquellas preguntas me hicieron recordar un aspecto muy interesante en el despertar al pensamiento abstracto en el ser humano. Aquella pregunta me la hizo un niño de 7 años, en su afán por descubrir y desenmascarar los secretos del uso del fuego y de los ácidos, claro está estos son elementos que le están prohibidos y que causan una cierta curiosidad (en algunos casos incesante) y conlleva a la experimentación. De ahí que los casos de afecciones con fuego y/o materiales explosivos se incrementan en las fechas cercanas a navidad cuando se es más lícito acceder a ese tipo de experimentación. También fui niño, y también experimente, también conocí otros niños más arriesgados, también vi cómo alguien perdía el control de los instrumentos de fuego y se quemaba la piel.
¿Qué es lo que produce aquella inquietud por el fuego?¿Puede explicarse como un regalo de los dioses griegos?¿nórdicos?¿celtas?¿O podría explicarse por aquel efecto muy particular que le otorga a cualquier materia que es expuesta cerca? El fuego fue considerado como uno de los elementos básicos que existían el mundo, era parte de él. En el colegio (hace unos años atrás) surgió aquella pregunta extraña ¿El fuego es materia? Es combinación de luz y calor, por lo tanto no es materia, además no ocupa un lugar en el espacio, o al parecer eso ocurre. Un profesor de química me comentó que en el fuego participaban algunos elementos químicos, así que tal vez en cierta forma subjetiva se le podría considerar parte del universo más no una materia.
El fuego acompañó a los seres humanos desde sus épocas de forasteros nómadas hasta que se fueron estableciendo por colonias, poco a poco se fue descubriendo propiedades para su uso en la vida diaria, ejercicios como ofrecer sacrificios a los dioses y tótems, cocinar, mantener el hogar, alumbrar en la noche, alejar a las fieras asechantes, su poder destructivo también fue probado y como suele ocurrir en muchas sociedades, fue cuidado en sumo grado para evitar la destrucción de sus órdenes económicos y sociales recién en formación. Se imaginan el valor que tenían los recursos de alimentación y vestimenta, o el de construcción, y el perder esos recursos con un ataque de fuego sería el perder el control económico de aquella pequeña aldea o sociedad en crecimiento.
Me imagino que el uso del fuego se fue depurando con el desarrollo de las culturas a tal punto que se fue descuidando el valor de aquel y con el pasar del tiempo sólo se los tomó como un objeto mas del cual hacer uso.
Aquella pregunta del niño me hizo recordar que tenemos que experimentar algunas cosas para saber el valor de aquello, pero también me hizo reflexionar que tenemos que ser cautelosos para experimentar algo que se reconoce como peligroso pues en muchos casos las consecuencias son irreversibles.
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