Páginas

17.3.10

Confundido y aprendiendo

Camino cuando estoy confundido, camino cuando estoy enojado, camino cuando no tengo respuestas, pero ahora, justo ahora no tengo ganas de caminar ya más. El buscar conclusiones útiles que me permitan encontrar una solución a este dilema se hace cada vez más apremiante, aunque esto no dependa sólo de mi, sino de otros factores como de otras decisiones que escapan a mis deseos y expectativas.

[☻☺]

Le propuse salir a caminar, a conversar, a compartir historias... aceptó. Caminamos mirándonos a los ojos de vez en cuando, aprecié esos momentos como un privilegio prestado, aunque quise hacerlo mío lo más pronto posible, era una decisión emocional y naturalmente el tiempo me devolvió la cordura. Me gusta contarle historias, de las que me acuerdo, y lo mejor de todo es que le gustan. También me gusta quedarme callado y ella aprovecha el tiempo para contarme sus historias y lo mejor de todo es que también me gustan. Hemos desarrollado un sublenguaje de signos y señales, gestos o palabras que entendemos sólo nosotros; inclusive en inflexiones de nuestra voz podemos comprender si nos referimos a algo en serio o en broma. Aunque algunas veces nos equivocamos pero es por poco margen.

Fue en esos momento cuando después de un tiempo de dialogo pude comentarle sobre mi confusión, me escuchó atentamente y supe que podría continuar. Y fue así, pude contarle que me sentía triste porque mis castillos de arena se habían caído muy pronto y que mis decisiones dependían de las de otros y que eso me disgustaba mucho. Ella me escucho en cuanto sabía que debía escucharme (por eso estudia psicología XD) y luego hizo lo que no esperé que iba hacer y me hizo sentir más real y menos autosuficiente. Me presentó la perspectiva que me negaba ver sólo por sentirme bien y no querer enfrentar el hecho de que tengo que asumir mis roles y retos que no me propongo sino que la vida misma me impone como para jugar un poco más con mi tolerancia a la frustación en un afán de aprendizaje por descubrimiento. Acción que Jerome Brunner, espero, haya pensado y que sin más concluí tiempo atrás que es una buena forma de aprender, sólo que esta vez no tenía un orientador, o si lo tenía pero mi ego me impedía verlo.

La abracé con toda la gratitud que podía ofrecerle y pensé en estar con ella mucho tiempo. Pensé en que podría complementar mis emociones, y yo podría complementar su imaginación. Ojo: complementar no completar. Fue cuando decidí ya no caminar y pensar cuando se trate de emociones negativas, en cambio sólo y estrictamente para reflexionar y planificar.Le dije que me sentía mejor, eso creo. Le dije que la quería mucho y que podría ser mejor ponerme en acción y ya no pensar más en mis castillos de arena caídos, sino en construir las bases de un futuro castillo con el que soñamos y a la vez no (esa es otra historia XD).

Creo que la confusión es un elemento de la caja de pandora que escapó y que está decidido a quedarse por un tiempo más, y hasta incrementar su dominio, pero sé que se puede mitigar aquella emoción que produce con un poco de conciencia (awareness) para observar en qué consiste todo el problema (aparente) y tomar decisiones prácticas y si es posible escribir sobre papel.

Comprendí que el tiempo de espera se hace mas corto cuando uno deja de esperar y se pone a trabajar en lo que será cuando llegue lo que se espera.

Ich Liebe DIch G