Páginas

15.5.10

Step back please!

Hace ya algunas semanas que he dejado este hábito guardado bajo los fólderes dentro de un cajón del escritorio de la oficina donde trabajo. Lo dejé ahí porque los pendientes nunca faltan, lo dejé ahí porque temía que se me cayera al regresar en la combi, lo dejé ahí porque quería ser responsable con otras respònsabilidades y como si fuera una osadía me permití dejarlo ahí para olvidarlo. No pude. No quise. No podía.

Siento que las demandas de tiempo, se hacen día a día más obligatorias de parte de lo que considero importante, por ahora vendría a ser mi vida social y el trabajo, aquellas áreas que dejé de lado por un tiempo considerable que extraño de más y que ahora me dedico con paciencia y con cierta irracionalidad.

Me alegra que el clima frío ya se esté sintiendo en Lima, me agrada que el viento sople gélido sobre mi rostro amenazando con quedarse por tres meses más, me aferro a la chompa que llevo puesta y pienso en encontrarme pronto con un papel en blanco y un lapicero para poder expresar aquellas conjugaciones de palabras, imaginando en un sueño de combinar vocablos buscando las frases con sentido jamás escuchadas, tal vez con sentido filosófico, con sentido de absurdo o mejor dicho sin sentido aparente, con sentido de curiosidad, con aquella necesidad de deliberadamente plasmar un recuerdo trivial sobre una inscripción de tinta.

Cada que el ambiente me lo permite, me pongo a pensar en mi futuro (ajeno) siendo escritor. Conviviendo con un lapicero en el bolsillo y un cuaderno a la mano, cual fotógrafo inseparable de su cámara, al igual yo inseparable de mi pensamiento atento a describir lo que mis ojos me permitan soñar. Creo que la necesidad postergada de escribir se funde en mis emociones y me invita a buscar en aquel cajón este hábito.

Las olas del mar me llaman a meditar y no deseo ya seguir siendo parte de la monotonía, quiero dar pasos atrás buscando alguna forma de seguir escribiendo con aquella avidez de antes, con esa misma inquietud nueva de sentir las letras sinuosas dibujando y desdibujando paisajes de cuentos e historias que intervienen en el universo literario como el primer día de clases en un colegio, historias con ojos bien abiertos aprehendiendo novedades, historias que balbucean respuestas a preguntas que piden datos personales con la timidez de no saber qué tema hablar, con la gran interrogante de qué primera impresión estaré dando. Pero eso ya no puede volver a ocurrir, ya las primeras historias fueron escritas y mis ojos ya no pueden tener solo una perspectiva limitada de la realidad, ahora es tiempo de pensar en buscar más ideas, más tendencias, más métodos de escritura. Y más tiempo los fines de semana para segregar historias que nacerán con los ojos cerrados insapientes de lo que les deparará el tiempo.

No hay comentarios.: