Me encanta contarle historias, disfruto mucho de su rostro expresando emociones del espectáculo frente a sus ojos, no es un espectáculo con luces o con interactividades tecnológicas como las que hay y deslumbran, es simplemente media parte de mí, expresando historias que acabo de vivir unos días antes y recitándole mis impresiones sobre lo el porqué de mis reacciones, siento que ella disfruta de aquello, siento que a veces llegó a ser absurdo, siento que mis expresiones son exageradas, y siento que puedo ser sincero en cuanto llega a nosotros la cordura. Luego le toca el turno de contar historias a ella, y empiezo a examinar sus gestos, empiezo a pensar en qué puede estar pensando, adelantarme a sus emociones y sentir que el tiempo nos pertenece. Disfruto también cuando me cuenta historias, cuando sus ojos se llenan de pasado y puedo disfrutar de su sonrisa a veces nostálgica a veces traviesa.
Me encanta verla abrir sus ojos, después de pestañear. después de dormir, después de reir y bostezar. Saber que hemos pasado tiempo juntos, saber que aprendemos el uno del otro. Hace poco leí un mensaje suyo decía: Amor, Comprensión, Alegría. Muy a su estilo de pocas palabras, comprendo lo que puedo y ella considera suficiente. Aprendemos a delimitar nuestra individualidad aunque a veces a conciencia propia nos la invadimos. Me alegra haber establecido este vinculo en tan poco tiempo y considero que se reforzará en tanto y en cuanto estemos dispuestos a continuar... en tanto y en cuanto estemos dispuestos a conversar.... en tanto y en cuanto estemos dispuestos a dedicarnos tiempo y sinceridad. Oro por no perder aquellos valores.
Saber que el tiempo que tenemos juntos me lleva a pensar en que nos conocemos algo pero aún hay caminos de reacciones (y emociones) que nos falta caminar, siento que estamos encaminados pero que las responsabilidades del medio también han de caber en nuestra lista de responsabilidades, es simple y necesario para poder continuar. Hubo en una oportunidad que le dije que se quedaba con la mitad de mi (y algo más)... ella sonrió. Y sentí que me amaba. Yo la amé también.
Me encanta verla abrir sus ojos, después de pestañear. después de dormir, después de reir y bostezar. Saber que hemos pasado tiempo juntos, saber que aprendemos el uno del otro. Hace poco leí un mensaje suyo decía: Amor, Comprensión, Alegría. Muy a su estilo de pocas palabras, comprendo lo que puedo y ella considera suficiente. Aprendemos a delimitar nuestra individualidad aunque a veces a conciencia propia nos la invadimos. Me alegra haber establecido este vinculo en tan poco tiempo y considero que se reforzará en tanto y en cuanto estemos dispuestos a continuar... en tanto y en cuanto estemos dispuestos a conversar.... en tanto y en cuanto estemos dispuestos a dedicarnos tiempo y sinceridad. Oro por no perder aquellos valores.
Saber que el tiempo que tenemos juntos me lleva a pensar en que nos conocemos algo pero aún hay caminos de reacciones (y emociones) que nos falta caminar, siento que estamos encaminados pero que las responsabilidades del medio también han de caber en nuestra lista de responsabilidades, es simple y necesario para poder continuar. Hubo en una oportunidad que le dije que se quedaba con la mitad de mi (y algo más)... ella sonrió. Y sentí que me amaba. Yo la amé también.
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