La pareja de algarrobos iniciaban la historia con una lágrima, convertida en savia. El sonido del viento creaba conversaciones susurrantes entre las plantas hospedando los espíritus de sus dueños que con tanta dedicación, dieron inclusive sus cuerpos como abono para el fortalecimiento de sus raíces y tallo, también le otorgaron emociones áureas y la capacidad de comunicarse como si fueran ellos mismos en aquellas plantas, trascendiendo a su humanidad y a su asincronía. Iniciaron así la historia, uniendo sus cualidades y generando una pequeña semilla que cayó en la arena y se retorció en sus entrañas reconociendo que el tiempo empezaba su largo recorrido. Aquella pequeña semilla fue plantada en el tiempo y fue el tiempo quien la adoptó teniendo a sus padres como testigos. Fue así que creció.
El viejo algarrobo padre cuidaba mucho a su retoño, lo protegía de las aves, lo protegía del sol inclemente de Piura, lo cuidaba del mar (que no se acerque mucho). lo protegía del viento (que en algún momento podría venir trayendo arena en forma de tormenta y podría hacerle daño, aún no olvidaba aquel episodio cuando era pequeño). La algarroba sabia, madre del algarrobo, le observaba en su crecer y en cómo el tiempo se iba apoderando de él, era tan sabia que reconocía que el tiempo en cualquier momento podría alejarlos de aquel pequeño y débil ser. Sabía que debía prepararlo para lo peor, pero antes debía prepararse ella misma y dar de cuenta al viejo algarrobo que también lo haga. Fue cuando comprendió por qué estaban en esa tierra, por qué tenían que vivir juntos, por qué sus dueños permitieron que sean los primeros. Levantó sus ramas como manos al cielo e hizo sonar sus hojas, y susurró: Tiempo, espacio, luz, aire, agua... ¡Vida!
El silencio se apoderó del ambiente y sólo se supo que sus hojas se hicieron más verdes y amplias, irradiaba alegría y frescor a todo caminante que llegaba a su sombra y se permitía descansar por un momento. El cielo sonrió y la luna se mostró aquel día muy clara y llena, su reflejó se mostró como espejo en el mar.
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