Es el momento perfecto para escribir, tal vez sea un poco tarde, no dormí durante el día, no hay “cefalea” presente y por fin tengo un momento, un espacio, para escribir y pensar (sea con motivos de catarsis o de diversión). Después de haber jugado en la computadora por horas a manera de “despistar al enemigo” para que nadie se diera cuenta que tengo una nueva afición (escribir), además que con un niño de 5 años “que no se cansa” es mejor mantenerse ocupado en otra cosa y esperar de que a eso de las 10 pm (mal habito aprendido en el hogar) se que de dormido (por cierto, no es mi hijo, es mi sobrino), ahora no vayas a creer que eso de mantenerme ocupado en otra cosa es para que no moleste, es para que cuando se acerque pueda conocer un poco más sobre la mente de un ser humano en desarrollo y explorar, indagar, averiguar sobre que cosas, ideas, fantasías pasan por su cerebro y hacia qué punto dirige su atención y curiosidad…
El insomnio suele aparecer en muchas ocasiones cuando: estoy emocionado porque me encontré con alguien que me interesa (you know what/who I mean, don’t you?), cuando encuentro una tarea divertida (que no haga mucho ruido pues todos están durmiendo, entonces todo se reduce por el momento a dibujar o escribir), o cuando en realidad no tengo sueño o me despierto a media noche con tantas ideas que lo único que me queda es salir al patio respirar profundo (marearme un poco por la brusca entrada de aire “madrugal”(sé que no existe esa palabra, pero “matutino” suena a un sol tímido pintando el cielo del celeste más puro(bueno eso en la sierra no? Porque en Lima…), entonces entiéndase por “madrugal” como esa hora en la que el cielo ni está oscuro, ni está claro (para no ahondar más, a eso de las 2 o 3 am))) y después sentir cómo el segundo sueño (ese que solamente los vagos sienten) me atrapa y caigo de espaldas con los arms open wide en mi cama, dar una vuelta y quedar envuelto en la sábana pensando que son los brazos de ella (susurrar su nombre y cerrar los ojos para encontrarme en un mundo dibujado con carboncillo y pintado como lo haría mi sobrino, a tal mundo lo suelo llamar “sueño”).
Ya que se nota, evidencia, trasluce (si se puede en un sentido subjetivo) en mis palabras esa extraña preocupación por “aquella persona”… será momento para hacer catarsis? Tal vez más adelante, tal vez…
Escuchar a daft punk con su canción digital love es pensar en ella (deperfectgirl), pensar que todo va en torno a ella (evidente dependencia de parte mía) y sonreír cuando al girar su rostro te regala una mirada sincera, profunda, con extraña habilidad de quedarse suspendida en la work memory por unos minutos y después desvanecerse para dejar un vacío que (con suerte) se llenará cuando (ella) sonría, y luego desvanecerse la imagen como diciendo “volveré”… wauu!!! (Y pensar que dicen que los coléricos no son poetas, que eso queda mejor para los melancólicos, aunque los sanguíneos y flemáticos no se escapan de eso) ja ja ja…
De repente cambia la canción y UB 40 inicia con every breath you take, claro la autoría es de Sting, ese tío que parece joven y tiene la voz ronca, más allá de eso es un buen compositor, buena letra… en fin, cada una de las canciones me llevan a recordar cada momento de mi vida como pequeños videos que aparecen en mi memoria visual como espasmos, flashes con rótulo incluido, algunos se parecen a 14 de febrero del 2055 “cuando nos conocimos” y la imagen se detiene y viene otro flash con su rótulo 25 de diciembre del año uno “la despedida”, y es que cada canción tiene su historia o se relaciona con un episodio de lo que uno vive (como formando hitos mentales los cuales te marcan antes que tu los marques con un aspa), muchas veces la letra no se relaciona con la historia, otras muchas veces, si… entonces empiezo a recordar no sólo el sonido del momento sino también, cómo estábamos vestidos (eso parece una habilidad femenina aprendida en la convivencia), el perfume que usaba (otra habilidad femenina aprendida en la convivencia (y entiéndase convivencia como grandes porciones de tiempo dedicadas a pues la convivencia propiamente dicha (el hecho de vivir en un cubículo o más con alguien) aún no la he experimentado con personas ajenas a mi familia (a no ser excepciones de campamentos y excursiones, pero esas no cuentan)), su mirada (tan importante (según mi opinión) de buscar en una mujer, muy a pesar de que tus ojos y tus instintos te lleven a mirar otras partes de la fisonomía de ella(s)… o estaré mintiendo? (apreciado lector(a)) ja ja ja… you can’t deny it, I can’t deny it too…J) y el lugar donde nos encontrábamos… aunque sin muchos detalles.
15 canciones después, la medianoche está marcada en el reloj, y cada sonido de la noche deja escucharse susurrante (a no ser el vecino borracho que llega con el delirium tremmens y con ideas de que su mujer lo está engañando, y empieza a tocar la puerta de su casa gritando el nombre de su esposa, hasta que cuando se llega a abrir la puerta unos minutos después descubre que se había equivocado de casa y de cuadra) los grillos en la calle, motores de carros a lo leeeeejos, y el tic tac… mis pensamiento van hilvanando la escena cuando escucho una canción de Reik, ni sabía que tenía la canción, pero es buena, para qué…
Recuerdo el salón de clases, la universidad, las clases, los y las classmates, los profes (algunos respetables y otros… mejor no hablemos de los otros). Al terminar el ciclo cada uno fue a “su lugar” algunos a trabajar para conseguir la matricula del siguiente ciclo, otros a vagar a gastar un dinero y evitar gastar otro, otros más en la incertidumbre de seguir o no… ¡qué difícil es estar en esos afanes! (no es mi caso porsiacaso) Cojo (del verbo coger) algunas fotos, reviso en una carpeta otras (me dan ganas de dibujar), imagino cómo hubieran sido algunas si en el momento por arte y magia del destino hubiera tenido una cámara. Y recapacito, me doy cuenta que el mejor remedio y causante de un insomnio son los amigos y en especial las amigas… ja ja ja ja… just kidding… el mejor remedio y causante (dependiendo de cuando empiece) de un insomnio son los recuerdos…
Y llegando a esta conclusión… creo que será agradable escuchar algún día: “te tengo presente en mis insomnios” mmm… o será “te tengo presente en mis sueños” (uhmmm eso suena más romanticón, verdad?), bueno, en los dos casos esta presente (algo es algo, no?).
Te tengo presente en mis insomnios tanto como en mis sueños. Hugs.
zach
Lima, medianoche entre el 27 y 28 de enero del 2009
El insomnio suele aparecer en muchas ocasiones cuando: estoy emocionado porque me encontré con alguien que me interesa (you know what/who I mean, don’t you?), cuando encuentro una tarea divertida (que no haga mucho ruido pues todos están durmiendo, entonces todo se reduce por el momento a dibujar o escribir), o cuando en realidad no tengo sueño o me despierto a media noche con tantas ideas que lo único que me queda es salir al patio respirar profundo (marearme un poco por la brusca entrada de aire “madrugal”(sé que no existe esa palabra, pero “matutino” suena a un sol tímido pintando el cielo del celeste más puro(bueno eso en la sierra no? Porque en Lima…), entonces entiéndase por “madrugal” como esa hora en la que el cielo ni está oscuro, ni está claro (para no ahondar más, a eso de las 2 o 3 am))) y después sentir cómo el segundo sueño (ese que solamente los vagos sienten) me atrapa y caigo de espaldas con los arms open wide en mi cama, dar una vuelta y quedar envuelto en la sábana pensando que son los brazos de ella (susurrar su nombre y cerrar los ojos para encontrarme en un mundo dibujado con carboncillo y pintado como lo haría mi sobrino, a tal mundo lo suelo llamar “sueño”).
Ya que se nota, evidencia, trasluce (si se puede en un sentido subjetivo) en mis palabras esa extraña preocupación por “aquella persona”… será momento para hacer catarsis? Tal vez más adelante, tal vez…
Escuchar a daft punk con su canción digital love es pensar en ella (deperfectgirl), pensar que todo va en torno a ella (evidente dependencia de parte mía) y sonreír cuando al girar su rostro te regala una mirada sincera, profunda, con extraña habilidad de quedarse suspendida en la work memory por unos minutos y después desvanecerse para dejar un vacío que (con suerte) se llenará cuando (ella) sonría, y luego desvanecerse la imagen como diciendo “volveré”… wauu!!! (Y pensar que dicen que los coléricos no son poetas, que eso queda mejor para los melancólicos, aunque los sanguíneos y flemáticos no se escapan de eso) ja ja ja…
De repente cambia la canción y UB 40 inicia con every breath you take, claro la autoría es de Sting, ese tío que parece joven y tiene la voz ronca, más allá de eso es un buen compositor, buena letra… en fin, cada una de las canciones me llevan a recordar cada momento de mi vida como pequeños videos que aparecen en mi memoria visual como espasmos, flashes con rótulo incluido, algunos se parecen a 14 de febrero del 2055 “cuando nos conocimos” y la imagen se detiene y viene otro flash con su rótulo 25 de diciembre del año uno “la despedida”, y es que cada canción tiene su historia o se relaciona con un episodio de lo que uno vive (como formando hitos mentales los cuales te marcan antes que tu los marques con un aspa), muchas veces la letra no se relaciona con la historia, otras muchas veces, si… entonces empiezo a recordar no sólo el sonido del momento sino también, cómo estábamos vestidos (eso parece una habilidad femenina aprendida en la convivencia), el perfume que usaba (otra habilidad femenina aprendida en la convivencia (y entiéndase convivencia como grandes porciones de tiempo dedicadas a pues la convivencia propiamente dicha (el hecho de vivir en un cubículo o más con alguien) aún no la he experimentado con personas ajenas a mi familia (a no ser excepciones de campamentos y excursiones, pero esas no cuentan)), su mirada (tan importante (según mi opinión) de buscar en una mujer, muy a pesar de que tus ojos y tus instintos te lleven a mirar otras partes de la fisonomía de ella(s)… o estaré mintiendo? (apreciado lector(a)) ja ja ja… you can’t deny it, I can’t deny it too…J) y el lugar donde nos encontrábamos… aunque sin muchos detalles.
15 canciones después, la medianoche está marcada en el reloj, y cada sonido de la noche deja escucharse susurrante (a no ser el vecino borracho que llega con el delirium tremmens y con ideas de que su mujer lo está engañando, y empieza a tocar la puerta de su casa gritando el nombre de su esposa, hasta que cuando se llega a abrir la puerta unos minutos después descubre que se había equivocado de casa y de cuadra) los grillos en la calle, motores de carros a lo leeeeejos, y el tic tac… mis pensamiento van hilvanando la escena cuando escucho una canción de Reik, ni sabía que tenía la canción, pero es buena, para qué…
Recuerdo el salón de clases, la universidad, las clases, los y las classmates, los profes (algunos respetables y otros… mejor no hablemos de los otros). Al terminar el ciclo cada uno fue a “su lugar” algunos a trabajar para conseguir la matricula del siguiente ciclo, otros a vagar a gastar un dinero y evitar gastar otro, otros más en la incertidumbre de seguir o no… ¡qué difícil es estar en esos afanes! (no es mi caso porsiacaso) Cojo (del verbo coger) algunas fotos, reviso en una carpeta otras (me dan ganas de dibujar), imagino cómo hubieran sido algunas si en el momento por arte y magia del destino hubiera tenido una cámara. Y recapacito, me doy cuenta que el mejor remedio y causante de un insomnio son los amigos y en especial las amigas… ja ja ja ja… just kidding… el mejor remedio y causante (dependiendo de cuando empiece) de un insomnio son los recuerdos…
Y llegando a esta conclusión… creo que será agradable escuchar algún día: “te tengo presente en mis insomnios” mmm… o será “te tengo presente en mis sueños” (uhmmm eso suena más romanticón, verdad?), bueno, en los dos casos esta presente (algo es algo, no?).
Te tengo presente en mis insomnios tanto como en mis sueños. Hugs.
zach
Lima, medianoche entre el 27 y 28 de enero del 2009
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