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30.8.10

Alive

Me encontré en una situación inesperada, pensé que todo era un sueño, un sueño en el que pronto despertaría pero me di cuenta que no lo era cuando recibí aquel golpe en el rostro, fue desconcertante ¿fue necesario? El proceso de recomposición de mi mundo en tres segundos me hizo dar cuenta que todo cuanto tenemos no es nuestro, es una necesidad de pertenencia que llenamos con objetos, a veces también necesidad de identidad. Siento que puedo recién escribir ahora después de dos días ocurrido por razones obvias a mi conmoción. Fue impactante y creo que muchos podrían también acordarse de aquella situación particular en la que vivieron y tuvieron que hacerse cargo de la "perdida".


Estaba esperando el vehículo que me llevaría a casa cuando llegaron. Se posicionaron como si estuvieran conversando y luego sólo vi su rostro deformarse y sentí un apretón en mi garganta, intenté gritar pero no podía, era incompresible que no pudiera liberarme cuando antes en una pelea de amigos hubiera sido cuestión de un movimiento rápido, esta vez pensé que venían con armas y decidí no arriesgar. Dos personas más empezaron a buscar mis bolsillos y yo a poner resistencia y a la vez deseando despertar de ese sueño horrible, pero no era sueño. Necesitaba pensar en qué se estaría llevando, no había opción de querer buscar defensa pues estaba en desventaja y no podía inhalar ni un poco de aire. Recordé lo que estaban llevando las fotos que había tomado y que pensé en ese instante nunca más las volveré a ver, serán para mi memoria. Estaban llevando mis documentos, recordé cómo me habían tomado las fotos que aparecían en cada una de mis identificaciones, también sentí que se llevaban mi celular y pensé en comunicarme haciendo pausa a la escena con todos quienes había olvidado llamar la ultima semana. Era simplemente inevitable. Me soltaron el cuello y dice una respiración profunda de airea, respiración profunda de vida, así lo sentí. Estaba vivo. En mi intento de salvar el recuerdo de aquellos objetos cogí del pecho a uno de ellos, pero me golpeó en el rostro haciéndome olvidar todo por medio segundo. Sólo lo dejé ir porque escuché que llamaba a sus compinches para culminar con mi desgracia. Sentí que todo ocurrió veloz, tal y como lo habían planeado tal vez.

Comprendí muchas cosas con esto.

Todo cuanto nos pertenece está como prestado. Todo cuanto somos en ideas nunca nos podrán quitar. Somo quienes decidimos ser quien somos, es simple, si deseas sufrir por aquello, sufre, no conseguir obtener lo que perdiste pero ya habrás desfogado tu dolor, no vuelvas a sufrir más después de eso; si deseas pensar en que las cosas que se llevaron al momento de revisar y encontrar parte de tu vida allí plasmada les hará recapacitar, hazlo, así tendrás menos remordimientos y hasta por un destello de pensamiento pensarás que les hiciste un bien. Y luego corresponde hacer lo que es debido cumplir con tu deber de ciudadano y denunciar el evento, no con el fin de obtener justicia, sino con el fin de proteger tu identidad. Dios pesará sus vidas y oro mucho porque cambien sus caminos también lo hago por mi, por mis emociones y por mi aprendizaje en afrontar este conflicto interno entre mi razón y mis impulsos. Estoy feliz más allá del desenlace, pues puedo abrazar a quienes encuentro en casa, en la universidad, en mi corazón. Y estoy vivo.

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