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28.7.11

Constelaciones para tí

Sé que no me leerás esta noche, sé también que no estaré cerca para abrazarte. Sé que necesitas leerme, sé también que necesitas un abrazo por la conversación que tuvimos hace poco. Sé que no llegarán las frases que pueda escribir ahora en el momento que desearía, se también mi abrazo llegará a destiempo igualmente. Aún así escribo, aún así te abrazaré.

***

Tu sonrisa, me acompaña, puedo estar contigo cuando estás lejos. Me pregunto ¿Qué cualidad te puede acompañar de mi? Acaso puede ser mi distribilidad, mi mirada en tus ojos, mi aprecio por lo antiguo, mis discursos cuando me preguntas sobre el origen de alguna palabra, no lo sé. Tus dedos entre los míos encajan perfectamente, y siento la falta de ellos cuando voy sólo. El lunar en tu mejilla hace que regrese de mis sueños despierto, me traen a la realidad y me llevan a visitar lugares inimaginables contigo. Tu voz me cuenta historias legítimas, historias que me hacen pensar en lo emocionante que puede ser la vida misma, sin aditivos, sin virtualidades. Tus abrazos dejan en mi tu alegría, aunque hoy te vi derramar lágrimas. Admito que es normal de vez en cuando hacerlo y admiro que lo hagas cuando estamos juntos, reconozco también que no sabías el motivo y supongo que son lágrimas del alma pues ahí es donde cabe la felicidad, soy feliz contigo y creo que yo también hubiera derramado lágrimas sino fuera por mis ojos que vieron en tu abrazo la oportunidad para construir un universo parecido al nuestro. Besé tus lágrimas y admiré el cielo sobre nosotros. Dibujé noche y estrellas sobre el techo de la habitación. Hubiera deseado que tuvieramos el cielo para nosotros ahora también, lamentablemente estoy un poco lejos, sólo un poco.

***

Imaginaste conmigo el cielo, viste la noche tanto como yo la admiraba, las estrellas sintilantes y la luna escondida del sol no apareció pues no era momento de plenilunios. Tus lágrimas del alma se detuvieron, me animaste a seguir con el sueño, vimos constelaciones, vimos a las Pléyades parecer ser siete y siendo más, vimos al Orión luchar contra un león, y la Cruz del Sur para recodar que estamos en esta parte del planeta. Tus ojos se cerraron y recostaste tu cabeza sobre mi pecho. Quiero pensar que fue para escuchar mi corazón, quiero pensar que ya deseabas dormir, quiero haber dormido también, ahí con la noche estrellada sobre nosotros. Te comenté a además sobre el Candelabro en las Islas Ballestas. Tu me miráste y creo que deseaste estar conmigo en ese mismo instante en Ica. Sé que tu también hubieras dibujado constelaciones si estuviéramos ante las estrellas, sé que hubiéramos dormido bajo la noche y te protegería para que tengas un sueño tranquilo echados sobre el grass, o a lo mejor en nuestra carpa envueltos por nuestros sleepings.

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